sábado, 24 de abril de 2010

A un año de la primera pandemia del Siglo XXI. Errores y enseñanzas .Red de Sociedades Cientificas Medicas de Venezuela


Alerta Epidemiológica Nº 127.
Nueva Influenza AH1N1 2010.
Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela
José Félix Oletta López
Ana C. Carvajal
Saúl O. Peña
Un año desde el comienzo de la primera pandemia
del Siglo XXI. Errores y enseñanzas

Contexto General y Mundial
Hoy estamos entregando el ALERTA EPIDEMIOLÓGICO Nº 127. ¿Por qué nos propusimos elaborar esta publicación periódica y sistematizada y que nos motivó?
Hace un año iniciamos el reto de publicar el ALERTA EPIDEMIOLÓGICA, impulsados por la carencia de datos oficiales y la necesidad de informar a los profesionales de la salud y al público en general, usando fuentes confiables y oficiales, acerca de un nuevo virus de influenza que estaba produciendo una rápida diseminación y multitud de casos en varios estados mexicanos y en la ciudad de México. El caso “0” se ubicó en un pequeño pueblo cercano a Veracruz, llamado La Gloria. El 75 % de los habitantes del pueblo enfermaron. Simultáneamente casos similares se identificaron en el estado de California y las alarmas internacionales se encendieron. Posteriormente, investigadores canadienses identificaron el virus como perteneciente a la influenza A H1N1. En tiempo record se supo que estaba genéticamente vinculado con componentes de RNA de dos tipos diferentes de virus porcinos, uno aviar y otro humano. Por esta razón, fue conocido erróneamente en un comienzo como virus de la influenza porcina. Ningún caso se había identificado en animales antes de la aparición de los casos humanos y esto desconcertó a los investigadores. ¿Cómo era posible que se pudiera haber producido un nuevo virus después del re arreglo de componentes virales tan diversos sin haberse producido la enfermedad en aves ni en cerdos? Las organizaciones de salud internacional y el público, sensibilizados por la primera epidemia del siglo, pudieron conocer y tener acceso “en tiempo real” a lo que estaba sucediendo en casi cualquier parte del mundo gracias a la globalización de las comunicaciones y el internet. Además, las experiencias de serias complicaciones y elevada mortalidad de las personas que en los últimos siete años padecieron enfermedades respiratorias emergentes como el síndrome de infección respiratoria aguda severa (SARS) y la amenaza de mutación importante del virus de la influenza aviar H5N1 causante de gran letalidad en seres humanos, habían obligado a la elaboración de planes de contingencia para la vigilancia y control de influenza pandémica, que rápidamente se adaptaron al nuevo virus pandémico humano. Para ese momento, no se sabía y no había forma de saberlo cual sería el impacto sobre la población, su tasa de morbilidad y letalidad y la capacidad de mutar o de sufrir re arreglos con otros virus de influenza. La elevada capacidad de diseminación del nuevo virus se puso en evidencia y en menos de un mes el alerta de fase IV pasó al alerta prepandémico fase V. El 11 de junio de 2009, la directora general de la OMS declaró la pandemia (Fase VI), con toda justificación, pues la enfermedad se encontraba en numerosos países de tres continentes y se diseminaba muy rápidamente entre los seres humanos. En estas circunstancias y sin la disponibilidad de una vacuna efectiva numerosos países reconocieron que era inútil aplicar medidas de barrera en fronteras y que la rapidez de la propagación de la enfermedad superaría las medidas de contingencia por lo que se iniciaron prudentemente las medidas de mitigación, farmacológicas y no farmacológicas para reducir el impacto de morbilidad y mortalidad entre las personas afectadas por la enfermedad. Para eso aplicaron sus Planes Nacionales de Vigilancia y Control contra una posible Influenza Pandémica con la convocatoria y la participación de toda la sociedad, universidades, sociedades científicas, centros de investigación y comunidades. En dos meses estuvo disponible la tecnología mediante pruebas de PCR en tiempo real, (PCR TR) certificadas por laboratorios confiables, específicas y sensibles para identificación, confirmación y tipificación del virus. Así mismo, se iniciaron los preparativos para la elaboración de vacunas efectivas y seguras que solo estarían disponibles unos seis meses después, luego de cumplir rigurosos procedimientos de elaboración y seguridad. Mientras tanto, el virus demostró ser sensible a antivirales del tipo inhibidores de la neuraminidasa, necesaria para su replicación, como el oseltamivir y el zanamivir por lo que estos medicamentos fueron recomendados en la etapa precoz de la enfermedad, especialmente en los pacientes con mayor riesgo. Se identificaron cepas resistentes del virus en numerosos países en el mundo, no obstante no se generalizó la transmisión de cepas resistentes y estos medicamentos siguen siendo útiles. Las estimaciones iniciales de la capacidad patogénica del virus, basadas en modelos matemáticos, biológicos y epidemiológicos no han sido acertadas, el virus si bien ha demostrado una gran capacidad de contagio interhumano, no ha causado el número de complicaciones y de muertes que se estimaron originalmente. Aún están en procesamiento los datos estadísticos. Países como los Estados Unidos de Norteamérica con sistemas de vigilancia epidemiológica avanzados, han hecho estimaciones de que hasta este momento al menos 60 millones de personas, la tercera parte de su población ha sufrido la enfermedad, 270.00 han sido hospitalizadas y 12.270 han fallecido en su territorio como consecuencia de la enfermedad.
La evolución definitiva de la epidemia aun no se conoce, sin embargo luego de una primera onda epidémica de casos se produjo una segunda onda menos intensa, los países del hemisferio norte sufrieron la enfermedad inicialmente, a la salida de la época de invierno y luego los países del hemisferio sur en su época de invierno. Los países tropicales también han sido afectados en grado variables y por un período de unos seis meses han mostrado diseminación generalizada del virus en su territorio. El virus circuló en forma dominante (más del 95 % de los casos) en países de todos los continentes. La intensidad de la segunda onda en los países del norte coincidiendo con el invierno boreal no ha sido la esperada. A partir de diciembre se ha producido una reducción significativa de casos y muertes confirmadas por la enfermedad pero el virus sigue afectando regional y localmente a varios países. Esto ha obligado a la OMS en febrero de 2010 a posponer la declaración de fin del alerta y el paso a la fase postpandémica de la enfermedad. Otros virus de influenza han comenzado a circular y a producir casos : tipo B en Europa y Asia y H3N2 en Asia. Se desconoce aún como será el comportamiento de la enfermedad en los países del hemisferio sur en la medida que avance el invierno austral. ¿Se producirá una tercera onda epidémica o la enfermedad se mantendrá produciendo casos locales y regionales como se comporta la influenza estacional? ¿Tendrá la enfermedad una mayor prevalencia y mortalidad en los países mas pobres, mas desnutridos y con sistemas de salud ineficientes? Hasta el 18 de abril de 2010 la enfermedad se ha confirmado en 214 países y territorios, centenas de millones de personas la han padecido y ha cobrado 17.853 víctimas fatales confirmadas, 45 de ellas en siete países del Continente Americano en la última semana, según la OPS. La caracterización clínica, patogénica y epidemiológica de la nueva influenza pandémica ha sido la de producir la mayoría de los casos en población joven o adultos menores de 65 años a diferencia de lo observado con la influenza estacional. Se ha atribuido este comportamiento a una probable inmunidad natural al nuevo virus en personas nacidas antes de 1950 que pudieron haber sido expuestos al virus humano H1N1 cuyo origen estuvo en el virus de la influenza humana de 1918, que guarda similitudes con el nuevo virus de influenza pandémica. Pronto se identificó universalmente que las personas con condiciones crónicas debilitantes, obesos, hipertensos, portadores de enfermedad respiratoria crónica, diabéticos, inmunocomprometidos y las embarazadas fueron mas susceptibles a la enfermedad y sufrieron el mayor número de complicaciones hospitalizaciones y decesos. Muchos adultos jóvenes sanos sin condiciones predisponentes sufrieron también graves complicaciones y fallecieron por daño directo de sus órganos por la acción del virus o por la acción de agentes bacterianos diversos que se superpusieron a la enfermedad infecciosa básica. Han surgido interrogantes en relación al uso de la vacuna, producto de la incertidumbre que produce el uso de una vacuna nueva y también por la campaña de descrédito sustentada por quienes tienen dudas sobre su justificación, de posibles efectos secundarios, reacciones adversas y de una conjura internacional con argumentos sin fundamento, o de críticas a las políticas aplicadas por la OMS a la hora de declarar la pandemia, de sus estrategias comunicacionales y de la política de propiciar la producción y certificar la vacuna antes no probada en tiempo record. Actualmente hay dos investigaciones independientes que están evaluando la validez de las críticas realizadas a la OMS. Por su parte la OMS y otros importantes organismos han hecho una revisión completa del Plan Mundial de Vigilancia y Control de una Pandemia, así como de las disposiciones y compromisos, técnicos, administrativos, políticos y éticos derivados de aplicar el Reglamento Sanitario Internacional, instrumento fundamental aprobado por todos los países para atender las amenazas a la salud de magnitud internacional. Hasta este momento, a nivel mundial, entre 350 y 400 millones de personas han recibido la vacuna y no se han producido efectos secundarios, complicaciones o decesos superiores a las cifras esperadas. Se mantiene a nivel mundial una estrecha vigilancia de los efectos adversos atribuibles a la inmunización Más allá de las críticas con o sin fundamento, nunca antes pudieron hacerse en forma tan rápida precisiones y esfuerzos mundiales para el conocimiento sobre el agente causal y las características de una pandemia, de su resistencia a los medicamentos antivirales, y a la producción de una vacuna efectiva y segura. Nunca antes los conocimientos adquiridos en un país o en un continente fueron compartidos y aplicados oportunamente por otros, mediante los mecanismos y acuerdos de cooperación y solidaridad internacional. Hoy conocemos mejor la enfermedad, su comportamiento epidemiológico y podemos anticiparnos para que muchas personas no sufran sus consecuencias. Sin embargo todavía tenemos muchas cosas que aprender y corregir. A la cabeza de este extraordinario esfuerzo ha estado la OMS.

Influenza Pandémica en Venezuela. Agendas deficientes e incumplidas
En nuestro país la RSCMV produjo las primeras ALERTAS EPIDEMIOLÓGICAS la última semana de abril de 2009. El MPPS produjo los primeros documentos oficiales y el Plan de Control de la enfermedad el 30 de abril de 2009 y se hizo eco del estado de alerta declarado internacionalmente.Se inició la investigación virológica de casos mediante técnicas no certificadas ni recomendadas específicamente para identificar y tipificar el nuevo agente causal y con elevado número de resultados falsos negativos y positivos. (INHRR). La certificación de calidad del laboratorio de investigación del virus fue tardía y no había sido reconocida oficialmente por evaluadores independientes hasta junio de 2009. A pesar de que existió la sospecha de casos en las tres primeras semanas del mes de mayo, como ocurrió en Colombia donde se identificó el primer caso importado en Sur América, no fue sino hasta el 28 de mayo de 2009 cuando se identificó el primer caso importado desde Panamá. El número de casos confirmados fue en aumento lento y progresivo y el primer caso fallecido se identificó el 19 de julio de 2009, en una niña de 11 meses que residía en el estado Miranda y que no había salido de Venezuela ni había tenido contactos con casos importados. Tuvieron que pasar varios meses, para que el gobierno reconociera que se estaban produciendo casos autóctonos por contacto comunitario y que debía pasarse de la fase de contingencia de controles de barrera y de entrada de pasajeros a nivel de fronteras que resultaron ser totalmente inútiles y admitir que debían aplicarse medidas de mitigación, para las cuales los equipos de salud ni los establecimientos de atención estaban suficientemente preparados. La información oficial mediante boletines epidemiológicos, frecuentes, continuos completos y precoces no se produjo como le fue exigido repetidamente por la RSCMV al ministerio del Poder Popular de la Salud. El primer boletín sobre la epidemia fue publicado tardíamente, el 17 de junio de 2009, 20 días después de la confirmación del primer caso; los datos han sido limitados hasta el punto que impiden conocer la caracterización clínica epidemiológica completa y la evolución de la enfermedad en Venezuela. Desde entonces se han producido 203 boletines oficiales en 10 meses con períodos de interrupción hasta de dos semanas. Las estrategias comunicacionales del plan de control nacional de la enfermedad han sido escasas cuando no tardías e incompletas. Ha habido contradicciones entre los voceros oficiales quienes no han atendido las ofertas de las sociedades científicas agrupadas en la RSCMV y de la Universidad Central de Venezuela a colaborar con el Comité Nacional de Control de la Epidemia. La deficiente educación de la población acerca de las medidas de higiene personal y las normas de conducta para reducir la transmisión por el contacto interhumanos y de objetos y superficies contaminadas muy probablemente ha contribuido a la diseminación y persistencia de la enfermedad en la población. Especialmente en las escuelas y otros sitios con gran concentración de personas. Los documentos originalmente elaborados por el MPPS como guías de acción, pronto se hicieron obsoletos; en el mes de julio diversos grupos científicos urgimos y recomendamos al MPPS a actualizar las Guías de actuación y la definición de caso. Algunos documento actualizados a las nuevas circunstancias de la pandemia fueron publicados en el portal del MPPS dos meses después, en septiembre de 2009. Hasta el día 14 de abril de 2010 el número casos confirmados fue de 2.857. De ellos, 1.259 ( 44,1%) varones y 1.598 (55,9%) hembras. Las entidades federales con mayor número de casos: Distrito Capital, Miranda, Zulia, Mérida, Anzoátegui, Aragua y Carabobo. Ciento treinta y cinco personas han fallecido, 24 de ellas embarazadas. Desde el 19 de julio de 2009 cuando se registró el primer caso mortal hasta el 25 de agosto se acumularon 19 muertes; el 14 de octubre la cifra ascendió a 90. Oficialmente no se incluyeron los 8 indígenas fallecidos durante el brote masivo que afectó a la etnia Yanomami en los meses de octubre y noviembre de 2009. El pico máximo de casos y muertes confirmadas en Venezuela ocurrió entre julio y octubre de 2009. Zulia acumuló el mayor número de fallecidos con 27. La tasa de mortalidad por millón de habitantes es superior a 4,5. Cuarenta y ocho casos confirmados de la enfermedad han ocurrido en el año 2010 a nivel nacional y pone en evidencia la disminución de la circulación del virus e intensidad de casos en los últimos 4 meses. El último paciente fallecido se registró esta semana. La enfermedad se mantuvo de acuerdo a los indicadores cualitativos de la OMS/OPS con un patrón de diseminación extenso en la gran mayoría de los estados del país entre los meses de junio y noviembre de 2009 sin llegar a desaparecer pero con una afectación regional o local. La intensidad de la enfermedad fue moderada y el impacto sobre los establecimientos de salud fue leve en la mayoría de los estados y moderada en otros. No se produjo un aumento de casos y muertes como se esperaba para los últimos meses de 2009 y primeros meses de 2010 porque estos meses con frío y lluvias fueron calurosos y con escasas precipitaciones. Desde el comienzo de la epidemia fue necesario hospitalizar a 584 personas (4,89 % de los casos confirmados). La mayoría de ellas de gravedad moderada o severa que requirieron cuidados intensivos.Se estima que el número de personas que han sufrido la enfermedad es mucho mayor que el de los casos confirmados. El elevado número de personas con enfermedad tipo influenza así lo indica, al menos en el área metropolitana de Caracas se estimó que por cada caso confirmado ocurrieron de 8 a 11 casos sospechosos. El número de casos con enfermedad tipo influenza estudiados por el INHRR desde el comienzo de la enfermedad ascendió a 13.426, cantidad 4,69 veces mayor que el número de casos confirmados. El número de tratamientos antivirales entregados a la población también indica que el número de casos fue mayor. La norma oficial estableció que solo se entregaría el medicamento antiviral a aquellas personas enfermas confirmadas y con alto riesgo de complicaciones o a contactos con casos confirmados que estuvieran en grupos de riesgo. Así el número de tratamientos entregados resultó ser 20 veces mas que el número de casos confirmados mediante prueba de PCR TR. La OPS aseguró la disponibilidad de vacunas para los países latinoamericanos mediante la adquisición vía del Fondo Rotatorio como fue acordado en septiembre de 2009. No obstante, luego de algunas contradicciones oficiales el ministro Rotondaro aseguró que se adquirirían mas de dos millones de vacunas y que estarían disponibles en Venezuela en enero de 2009. Este compromiso no fue cumplido. En enero un funcionario afirmó que la inmunización estaba diferida. Luego que se vacunaría en el primer trimestre. Ahora que llegará en 15 días y que se vacunará en julio. Lo cierto es que Venezuela esta rezagada en los preparativos, inicio y ejecución del programa de vacunación, cuando cerca de 20 países latinoamericanos ya lo han cumplido con éxito y sin mayores complicaciones vinculadas a la vacuna. Ha faltado claridad técnica y administrativa por parte del MPPS a la hora de decidir aplicar la inmunización específica contra la enfermedad, la medida de prevención mas efectiva y hasta ahora de comprobada seguridad en las personas susceptibles en nuestro país. No se ha informado cuales serán los grupos de riesgo que en definitiva van a recibir la vacuna con prioridad ni el cronograma de vacunación previstos. Tampoco los lugares donde se aplicará la vacunación ni los medios de vigilancia que se aplicaran para evaluar los efectos secundarios de la vacuna ni las complicaciones que pueden esperarse por su uso. La espectacularidad de la pandemia parece haber bajado su tono y los medios masivos de comunicación parecen ocuparse de otras amenazas para la salud y de otros asuntos de interés público. Los profesionales de la salud responsables, no podemos olvidarnos del sufrimiento de los que padecieron esta enfermedad y de las vidas perdidas, de las madres, niños y jóvenes fallecidos, debemos hacer todo nuestro esfuerzo para contribuir a superar este problema de salud que no puede ser percibido como banal y a utilizar los mejores medios para prevenirlo, a mitigar el dolor de los afectados aplicando las mejores enseñanzas y a corregir los errores cometidos; lo haremos con la convicción de estar contribuyendo con nuestra labor, a diseminar información valiosa acerca de este nuevo reto emergente de salud cuyo comportamiento final aun no es conocido.Lo haremos gracias a los lectores que nos han acompañado y a las personas y organizaciones que amablemente han reproducido las ALERTAS y otros documentos técnicos de la RSCMV relacionados, en sus portales electrónicos.

martes, 13 de abril de 2010

Alerta Epidemiológica Nº 125. Nueva Influenza AH1N1 2010. Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela


Alerta Epidemiológica Nº 125.
Nueva Influenza AH1N1 2010.
Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela
José Félix Oletta López
Ana C. Carvajal
Saúl O. Peña

INTRODUCCIÓN

La vacuna conta la influenza pandémica debe ser administrada sin más retraso! La campaña de vacunación contra la influenza pandémica debe comenzar!
Desde enero de 2010, la Comisión de Epidemiología de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, ha recomendado mediante varias publicaciones, el inicio de la campaña de inmunización contra la influenza pandémica. Hasta ahora, no ha habido respuesta por parte de las autoridades nacionales de salud.(ALERTAS EPIDEMIOLÓGICAS Nº 114 del 22 de enero y Nº 124 del 2 de abril de 2010, entre otros.)
La vacuna es un bien de la sociedad, el Estado tiene la responsabilidad de garantizarla porque es un derecho y a la vez un deber de los ciudadanos recibirla, para prevenir algunas enfermedades infecciosas. El caso de la influenza pandémica es un ejemplo de como la inmunización es una medida de salud pública que puede ofrecer la mejor y mas segura forma de proteger y prevenir a las personas de las complicaciones y muertes por este tipo de enfermedad en personas susceptibles, cuando este bien es entregado oportunamente a la sociedad.
En octubre de 2009, el MPPS anunció la incorporación de Venezuela al grupo de países latinoamericanos que habían asegurado la adquisición de la vacuna mediante el Fondo Rotatorio de la OPS. Esta información fue corroborada por el Representante de OPS en Venezuela. También se informó que la administración de la vacuna se iniciaría en el primer trimestre de 2010. Para el éxito de la vacunación es necesario implementar una campaña de comunicación de riesgo y movilización social en apoyo a la vacunación. Transcurridas las primeras 14 semanas del año ninguna de estas actividades se han realizado.
Mientras tanto, el Fondo Rotatorio de la OPS ha distribuido al menos 28 millones de dosis hasta el 10 de marzo de 2010 y 13 países de América Latina iniciaron la vacunación en grupos de riesgo hasta esa fecha. (véase Cuadro Nº 1). En total, 93 millones de dosis se adquirieron mediante este fondo. El tipo de vacuna a aplicar puede ser consultado en el
anexo de OPS que pueden acceder aqui. Hasta marzo de 2010, 12 millones de vacunas habían sido aplicadas.
De acuerdo con el cronograma de entrega del Fondo Rotatorio de la OPS, Venezuela está en el grupo de 23 países que recibiría la vacuna antes de culminar el mes de marzo de 2010.Las autoridades de salud de nuestro país, no lo han confirmado y han guardado silencio sobre esto. El plan de inmunización contra la influenza pandémica en Venezuela debe seguir el compromiso del país, en el marco del Plan Regional de Vacunación de la OPS y acoger las recomendaciones del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre vacuna contra el virus gripal A(H1N1) de octubre de 2009.
Hasta esa fecha, en Latino América se habían aplicado 12 millones de vacunas. Se identificaron 226 eventos adversos, de ellos 218 leves. 8 severos, (2 en Bahamas y 6 en México). Todos los eventos severos fueron coincidentes y se descartó que estuvieran asociados a la vacuna contra la influenza pandémica. No se ha identificado ningún caso de Síndrome de Guillain-Barré (SGB).
Este reporte de efectos adversos coincide con el perfil de seguridad de la vacuna contra la influenza estacional y el previamente reportado por los ensayos clínicos con vacunas contra la influenza pandémica en los Estados Unidos de Norte América y Europa (CDC 2009-2010 y Twelfth pandemic pharmacovigilance weekly update, 24 February 2010, EMA/117826/2010, Patient Health Protection).
En Costa Rica, La Unidad de Farmaco Vigilancia de los eventos asociados a la vacunación e inmunización (ESAVI), notificó 35 episodios hasta el 28 de febrero de 2010. Los más comunes: cefalea (n:18), mialgias (n:10), fiebre y náuseas (n:7 cada uno), disnea (n:6).
Son excelentes estos resultados, permiten recomendar que la vacuna contra la influenza pandémica es efectiva y segura.
Invitamos a nuestros lectores a consultar los documentos técnicos que ofrecemos a continuación y exhortamos a las autoridades de salud a poner en práctica, sin mayor retraso, estas acciones en beneficio de la población.
LINEAMIENTOS TÉCNICOS
Documentos Técnicos
DISPONIBILIDAD/DISTRIBUCIÓN DE VACUNA

Lineamientos Técnicos para la Vacunación contra la Influenza Pandémica

Lineamientos Técnicos para la Vacunación contra la Influenza Pandémica

Los presentes Lineamientos Técnicos para la Vacunación contra el Virus de la Influenza Pandémica forman parte de la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) a los Estados Miembros de la Región, considerando que cuando la vacuna se encuentre disponible, esta intervención será una herramienta principal en la prevención y mitigación de la pandemia dentro de los planes nacionales de preparación y mitigación de la pandemia.
Las lecciones aprendidas en el programa de inmunización en las Américas,principalmente las estrategias masivas de vacunación de grandes poblaciones contra sarampión y rubéola, así como las experiencias del uso de la vacuna contra la influenza estacional en grupos específicos, son útiles para identificar y aplicar las mejores estrategias y tácticas de vacunación en una pandemia sin obviar las particularidades inherentes a la alta demanda insatisfecha y el riesgo consiguiente de conflictos por la limitada disponibilidad de vacuna, tal como ocurrió en los brotes de fiebre amarilla en 2008.
Al ser una nueva vacuna,es importante considerar los aspectos técnicos y logísticos pertinentes a la introducción de una nueva vacuna, como la identificación de los grupos con mayor carga de enfermedad y mortalidad, disponibilidad de jeringas, red de frío, etc.Debido a la incertidumbre sobre la cantidad de vacuna disponible y las necesidades en cada país, es conveniente prever escenarios para utilizar la vacuna de manera escalonada en los grupos definidos. Debido a que la vacuna será producida y liberada de forma acelerada, usando nuevas tecnologías y adyuvantes y sin conocer todos los posibles efectos adversos, es fundamental reforzar la vigilancia de los eventos supuestamente atribuibles a la vacunación o inmunización (ESAVI) y mantener activados los comités de crisis.Los componentes relacionados con la logística y distribución de la vacuna pandémica han sido adaptados a partir de la Guía de distribución de una vacuna contra la Influenza Pandémica elaborado por la OMS, teniendo en cuenta las condiciones de los países en la Región de las Américas.
Las estrategias de comunicación social son complejas porque los mensajes deben promover la vacunación de grupos específicos de población a diferencia de una demanda indiscriminada como en otras campañas. Se deben considerar audiencias, medios y mensajes orientados a reducir la presión social, divulgar otras medidas diferentes a la vacunación y fortalecer las medidas de prevención no farmacológicas.
Este manual complementa la información de los Planes Nacionales de Vacunación contra influenza pandémica, aporta información para la toma de decisiones y para la organización de la vacunación, por lo que está dirigido al personal gerencial de los servicios de salud y podrá ser adaptado a nivel nacional, subnacional y servir de base para el manual dirigido al personal operativo.
Acceda al Documento Aquí

lunes, 12 de abril de 2010

Gripe porcina(Influenza AH1N!): ¿reacción exagerada?


Gripe porcina(Influenza AH1N1): ¿reacción exagerada?
BBC Mundo.- La Organización Mundial de la Salud comienza hoy una revisión interna sobre cómo manejó la epidemia de gripe porcina el pasado año. A casi un año de que se diagnosticaran los primeros casos, la OMS ha sido cuestionada por el manejo de la situación y por su reacción ante un virus que hasta el momento ha probado ser más benigno que el virus de la influenza común. Algunos especialistas han acusado al organismo internacional de reaccionar en forma exagerada ante la cepa de un virus que hasta el momento ha causado muchas menos víctimas fatales que la gripe común. Los críticos afirman que la organización actuó de manera errada al declarar el estado de pandemia e instar a los países a gastar millones de dólares en vacunas que resultaron ser innecesarias. Sin embargo, funcionarios de la OMS insisten en que los nuevos virus son impredecibles y que es mejor ser cautelosos. "Queremos saber qué funcionó y qué no funcionó, y las razones de ello", señaló Margaret Chan, directora del organismo.
La gripe porcina en números
La gripe porcina o H1N1 causó 17. 000 muertes a escala mundial, mientras que cada año mueren aproximadamente unas 250. 000 personas a causa de la influenza o gripe común.La corresponsal de la BBC en Ginebra, Imogen Foulkes, indicó que para algunos expertos la OMS debió haber reconocido con anterioridad que el virus H1N1 no era tan peligroso como se estimaba. La investigación revisará la actuación del comité de emergencia creado por la OMS para lidiar con la pandemia, cuyos miembros no han sido identificados, para determinar si estuvieron indebidamente influenciados por la industria farmacéutica que produjo y luego vendió la vacuna en enormes cantidades. Todas estas interrogantes deberán ser respondidas en la revisión de los procedimientos de la OMS que comienza hoy, pero cuyos resultados no se esperan hasta mayo del año próximo.