El Universal.-El planeta estornuda y sufre de fiebre por todas partes: 77 mil personas, de 112 países, son portadoras confirmadas del virus de influenza AH1N1. De ellos, 170 han muerto. En Venezuela, hasta ahora, se han oficializado 193 casos entre leves y moderados. Y, aunque en las últimas ocho semanas la nueva gripe ya no se muestra tan letal, las autoridades de salud del mundo no se confían: todas las pandemias registran dos o tres estallidos, separados por algunos meses entre sí, que suelen ser más peligrosos y mortales.
Por los momentos, la solución no parece ser la vacuna: "Aún no la tenemos y, aunque es probable que esté lista en pocos meses, no estará disponible para la población antes de fin de año", advirtió ayer Guillermo Guibovich, consultor de Epidemiología de la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, afirmó que los países ya están trazando estrategias para distribuirla rápidamente en cuanto sea posible.
Ayer, durante el foro Influenza AH1N1, características y alcances, organizado por la Federación Venezolana de Porcicultura, varios especialistas ofrecieron su visión sobre esta nueva pandemia. Además de Guibovich, participaron Luis Montiel, director general de Epidemiología del Ministerio del Poder Popular para la Salud, Magdalena Escorcia, investigadora de Veterinaria de la Universidad Nacional de México y Víctor Bermúdez, médico veterinario de la Universidad Central.
Ayer, durante el foro Influenza AH1N1, características y alcances, organizado por la Federación Venezolana de Porcicultura, varios especialistas ofrecieron su visión sobre esta nueva pandemia. Además de Guibovich, participaron Luis Montiel, director general de Epidemiología del Ministerio del Poder Popular para la Salud, Magdalena Escorcia, investigadora de Veterinaria de la Universidad Nacional de México y Víctor Bermúdez, médico veterinario de la Universidad Central.
En Venezuela, las autoridades de salud decidieron limitar la dotación de oseltamivir, antiviral recomendado para combatir el AH1N1 y restringir la toma de muestras sólo a quienes demuestren contacto con algún portador confirmado, procedan de países con virus o reporten enfermedades debilitantes que eleven su riesgo de morir.
"Al reducir el tratamiento farmacológico es evitar la resistencia bacteriana y prepararnos para la segunda ola del AH1N1, para que el arsenal terapéutico sirva en épocas de gravedad mayor. Podemos tener confianza en que personas sin enfermedades de base pueden manejar la enfermedad con medidas preventivas, de aislamiento y como en toda virosis, reposo e hidratación", comentó Montiel.
Aseguró que el Ministerio de Salud ha dictado pautas a nivel nacional, para que se identifiquen tempranamente los casos más riesgosos, de manera que no deriven en casos severos. "Se trata de detectar patologías de base, como enfermedades degenerativas, diabetes, cardiopatías, problemas pulmonares, asma crónica, inmunosupresión o VIH", manifestó Montiel.
La limitación de las pruebas de diagnóstico, sólo a personas con nexos epidemiológicos o de alto riesgo, se realiza, según explicó, "cuando es imposible hacer pruebas a todo el mundo". Añadió que, en estos casos, "usamos el nexo epidemiológico, porque ningún laboratorio aguanta esa carga. Es lo que funciona en otras epidemias".
El virus es indetenible. Guibovich advirtió que las medidas en frontera no lo contienen y que es mejor dedicar los esfuerzos al diagnóstico temprano, al tratamiento efectivo y a la preparación del sistema de salud. "Es tan fuerte que en pocos días seguramente no habrá ningún país que no reporte al menos uncaso de AH1N1". Las autoridades venezolanas así lo han entendido: "Aquí es imposible pararlo. Todos nuestros estados tienen mucha migración", concluyó Montiel.
"Al reducir el tratamiento farmacológico es evitar la resistencia bacteriana y prepararnos para la segunda ola del AH1N1, para que el arsenal terapéutico sirva en épocas de gravedad mayor. Podemos tener confianza en que personas sin enfermedades de base pueden manejar la enfermedad con medidas preventivas, de aislamiento y como en toda virosis, reposo e hidratación", comentó Montiel.
Aseguró que el Ministerio de Salud ha dictado pautas a nivel nacional, para que se identifiquen tempranamente los casos más riesgosos, de manera que no deriven en casos severos. "Se trata de detectar patologías de base, como enfermedades degenerativas, diabetes, cardiopatías, problemas pulmonares, asma crónica, inmunosupresión o VIH", manifestó Montiel.
La limitación de las pruebas de diagnóstico, sólo a personas con nexos epidemiológicos o de alto riesgo, se realiza, según explicó, "cuando es imposible hacer pruebas a todo el mundo". Añadió que, en estos casos, "usamos el nexo epidemiológico, porque ningún laboratorio aguanta esa carga. Es lo que funciona en otras epidemias".
El virus es indetenible. Guibovich advirtió que las medidas en frontera no lo contienen y que es mejor dedicar los esfuerzos al diagnóstico temprano, al tratamiento efectivo y a la preparación del sistema de salud. "Es tan fuerte que en pocos días seguramente no habrá ningún país que no reporte al menos uncaso de AH1N1". Las autoridades venezolanas así lo han entendido: "Aquí es imposible pararlo. Todos nuestros estados tienen mucha migración", concluyó Montiel.
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