El Universal - Aunque no exista, todavía, una vacuna contra la influenza AH1N1, otras inmunizaciones pueden ayudar a reducir la virulencia o a combatir más efectivamente este nuevo virus. La vacuna de la gripe común o estacional, y la inmunización contra el neumococo, tanto para adultos como para niños, son recomendables en esta época de pandemia. Según explicó Luis Echezuría, médico expositor del foro Influenza Humana A H1N1: Puesta al día, organizado por la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, "las hospitalizaciones disminuyen en personas que cuentan con la vacuna de influenza y de neumococo. Existe un beneficio preventivo. Se podría disminuir la carga de la enfermedad". La vacuna contra la influenza estacional, que debe renovarse cada año debido a la constante evolución del virus, resulta positiva en dos aspectos. La primera es de tipo asistencial, pues saca de circulación los "falsos positivos", es decir, casos sospechosos que manifiestan síntomas de influenza, a los que se les aplica la prueba de diagnóstico y en ocasiones se les trata preventivamente con antiviral y que, finalmente, no están afectados por el AH1N1, sino por otro virus de gripe. A nivel epidemiológico, esta vacuna también genera algunos beneficios pues, "evita que el nuevo virus replique con facilidad", sentencia Echezuría. Se refiere a que esta cepa, dentro del cuerpo, se une a otros virus (entre ellos de influenza común) y transmuta en otro nuevo, que puede ser más resistente y difícil de combatir. "Con la vacuna, todos somos menos susceptibles", añadió el médico. La vacuna contra el neumococo es importante porque, entre otras razones, las pandemias de influenza están altamente relacionadas con infecciones bacterianas y neumonías, que pueden ser incluso letales. "Después de algunas pandemias se presentó un alto número de muertes por neumonía y todas manifestaron antecedentes de influenza. Por ejemplo, en 1918, en las necropsias realizadas a los muertos de la gripe española, entre 44 y 65% de las muestras de pulmón registraron neumococo. Habría que tener especial cuidado con la influenza AH1N1", refiere Echezuría. Niños menores de cinco años y adultos mayores de 65 deberían ser grupos poblacionales fijos para ser inmunizados contra el neumococo, con o sin presencia de pandemia de gripe. Sin embargo, existen otros grupos de riesgo que también deberían recibir su dosis. Son los trabajadores de la salud, que están más expuestos que otros a enorme diversidad de bacterias; los asmáticos; los fumadores y los inmunocomprometidos. "En el trópico, la influenza existe todo el año con picos en las épocas de lluvia, que en el caso venezolano son los meses de mayo, junio y julio. Existe un período de riesgo de una a tres semanas después del desarrollo de la influenza, para incubar neumonía", explica el médico. Una eficiente defensa de inmunizaciones ante las pandemias, y que deberían estar incluidas en estrategias de vacunaciones estatales, está compuesta por la pentavalente, la de influenza estacional, la neumococo pediátrica o la neumococo PPV 23 para adultos, según sea el caso, y la de sarampión.
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