Transmisión de la Influenza: por el Aire
Postado por Atila Iamarino.-
La transmisión del virus Influenza, no obstante sea una de las cuestiones más básicas, aún es objeto de mucha discusión. El papel del contagio por contacto o por gotitas y aerosoles entonces, es uno de los más calientes [1]. Después de determinado intervalo sin nuevos experimentos, sabemos actualmente que hurones y conejillo de Indias son infectables por la Influenza A y pueden transmitirlo. Gracias a estos modelos animales, estamos estudiando las formas de transmisión de la gripe, pero falta mucho para que tengamos todo aclarado.
Modelos animales son una forma de controlar los problemas éticos de realizar testes con humanos, pero no son una solución ideal. Sus comportamientos son distintos, las condiciones experimentales implican jaulas y ambientes cerrados, y controlar el contacto entre los animales es bastante complicado. Con eso, todo experimento implica más variables que sería ideal. Además del temperamento de los hurones, dignos de mención en varios artículos. Y mire que artículos científicos no son objeto frecuente de desahogos.
Así, experimentos involuntarios con humanos son de gran valor. Vamos a ver dos de estos, y qué podemos inferir:
En 1977 una de las escalas de un vuelo de Alaska Airlines, el avión con 54 pasajeros quedó en el suelo por 3 horas para reparos en la turbina. Durante estas 3 horas, el sistema de ventilación quedó desconectado para economizar combustible, y los pasajeros respiraron el mismo aire.
Uno de los pasajeros estaba con Influenza A confirmado en laboratorio. En 3 días, 39 de los 54 pasajeros desarrollaron gripe. De estos, en ocho casos fue posible aislar una cepa parecida – A/Texas/1/(H3N2) – y 20 otros pasajeros testaron positivo para anticuerpos contra el mismo virus. Exacto, 3 horas respirando el mismo aire que una persona gripada y el 72% de los pasajeros contrajeron gripe. El artículo aún sugiere que la tasa de contagio varió de acuerdo con el tiempo gastado a bordo mientras el avión quedó parado, una vez que ni todos quedaron dentro del avión todo el tiempo. Note que no hubo mención sobre la circulación del pasajero considerado caso cero dentro del avión, de forma que no podemos excluir el contagio por contacto. [2]
El hecho de que la circulación de aire está comprometida en el vuelo de Alaska puede ofrecer un determinado alivio, pero no es un caso único. Más recientemente, en un vuelo militar americano, 23 pasajeros de 50 quedaron enfermos después que dividieron la cabina con 11 compañeros gripados, no obstante la aeronave estuviese con el sistema de ventilación plenamente funcional, renovando el aire a cada 4 minutos, en un flujo dirigido del techo para el suelo del avión. [3]
¿Qué nos dice eso? Los aerosoles, partículas bien pequeñas de saliva conteniendo el virus que exhalamos cuando estornudamos o mismo respiramos cuando estamos gripados, probablemente tienen un papel importante en la transmisión de la influenza. Súmense a eso los transportes públicos, con gran cantidad de personas circulando en un ambiente muchas veces cerrado y mal ventilado, y tenemos noción de la importancia de campañas públicas que promuevan la educación y concienciación de enfermos para que eviten salir de casa cuando gripados, y cubran la boca y la nariz con un pañuelo cuando estornuden y desechen el pañuelo a continuación.
La transmisión del virus Influenza, no obstante sea una de las cuestiones más básicas, aún es objeto de mucha discusión. El papel del contagio por contacto o por gotitas y aerosoles entonces, es uno de los más calientes [1]. Después de determinado intervalo sin nuevos experimentos, sabemos actualmente que hurones y conejillo de Indias son infectables por la Influenza A y pueden transmitirlo. Gracias a estos modelos animales, estamos estudiando las formas de transmisión de la gripe, pero falta mucho para que tengamos todo aclarado.
Modelos animales son una forma de controlar los problemas éticos de realizar testes con humanos, pero no son una solución ideal. Sus comportamientos son distintos, las condiciones experimentales implican jaulas y ambientes cerrados, y controlar el contacto entre los animales es bastante complicado. Con eso, todo experimento implica más variables que sería ideal. Además del temperamento de los hurones, dignos de mención en varios artículos. Y mire que artículos científicos no son objeto frecuente de desahogos.
Así, experimentos involuntarios con humanos son de gran valor. Vamos a ver dos de estos, y qué podemos inferir:
En 1977 una de las escalas de un vuelo de Alaska Airlines, el avión con 54 pasajeros quedó en el suelo por 3 horas para reparos en la turbina. Durante estas 3 horas, el sistema de ventilación quedó desconectado para economizar combustible, y los pasajeros respiraron el mismo aire.
Uno de los pasajeros estaba con Influenza A confirmado en laboratorio. En 3 días, 39 de los 54 pasajeros desarrollaron gripe. De estos, en ocho casos fue posible aislar una cepa parecida – A/Texas/1/(H3N2) – y 20 otros pasajeros testaron positivo para anticuerpos contra el mismo virus. Exacto, 3 horas respirando el mismo aire que una persona gripada y el 72% de los pasajeros contrajeron gripe. El artículo aún sugiere que la tasa de contagio varió de acuerdo con el tiempo gastado a bordo mientras el avión quedó parado, una vez que ni todos quedaron dentro del avión todo el tiempo. Note que no hubo mención sobre la circulación del pasajero considerado caso cero dentro del avión, de forma que no podemos excluir el contagio por contacto. [2]
El hecho de que la circulación de aire está comprometida en el vuelo de Alaska puede ofrecer un determinado alivio, pero no es un caso único. Más recientemente, en un vuelo militar americano, 23 pasajeros de 50 quedaron enfermos después que dividieron la cabina con 11 compañeros gripados, no obstante la aeronave estuviese con el sistema de ventilación plenamente funcional, renovando el aire a cada 4 minutos, en un flujo dirigido del techo para el suelo del avión. [3]
¿Qué nos dice eso? Los aerosoles, partículas bien pequeñas de saliva conteniendo el virus que exhalamos cuando estornudamos o mismo respiramos cuando estamos gripados, probablemente tienen un papel importante en la transmisión de la influenza. Súmense a eso los transportes públicos, con gran cantidad de personas circulando en un ambiente muchas veces cerrado y mal ventilado, y tenemos noción de la importancia de campañas públicas que promuevan la educación y concienciación de enfermos para que eviten salir de casa cuando gripados, y cubran la boca y la nariz con un pañuelo cuando estornuden y desechen el pañuelo a continuación.
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Fuentes:[1] Lemieux, C. (2007). Questioning Aerosol Transmission of Influenza Emerging Infectious Diseases, 13 (1), 173-175 DOI: 10.3201/eid1301.061202[2] Moser MR, Bender TR, Margolis HS, Noble GR, Kendal AP, & Ritter DG (1979). An outbreak of influenza aboard a commercial airliner. American journal of epidemiology, 110 (1), 1-6 PMID: 463858[3] Klontz KC, Hynes NA, Gunn RA, Wilder MH, Harmon MW, & Kendal AP (1989). An outbreak of influenza A/Taiwan/1/86 (H1N1) infections at a naval base and its association with airplane travel. American journal of epidemiology, 129 (2), 341-8 PMID: 2912044
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