Notcias 24.- Mucho líderes latinoamericanos han contraído un potente virus llamado la “gripe tiránica“. El síntoma principal es el acaparamiento del poder y afecta a los de derecha y de izquierda por igual.Esto no es bueno para la región, pues si demasiados políticos contraen este mal, el resto del mundo empezará a ver al continente como un nido de tiranos enfermos de poder que no merecen la atención de los inversionistas.Por ejemplo, la sed de poder de Manuel Zelaya le costó la presidencia de Honduras. En junio fue sacado del palacio presidencial en pijamas en el primer golpe de Estado en Centroamérica desde la Guerra Fría. Zelaya fue retirado de su posición después de que forzara un referéndum para cambiar la Constitución y así poder lanzarse por tercera vez para la presidencia tal y como lo ha hecho Hugo Chávez.La última víctima de esta enfermedad es el presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Pues está tratando de cambiar la Constitución de su país para lanzarse a un tercer mandato.
Todo lo que está sucediendo en la región llama la atención, pues está visto que las democracias latinoamericanas experimentan actualmente lo que los eruditos llaman hiperpresidencialismo, lo que se entiende como el dominio del Poder Ejecutivo por encima de la Asamblea Legislativa y de los poderes Judiciales. Esto es una concentración de poder muy poco sana que se logra al emplear decretos para pasar por encima de las instituciones pertinentes, debilitando así los partidos políticos y cambiando entonces las leyes para adaptarlas a las necesidades del gobernante.No obstante, el que el país sea amigable u hostil para los inversionistas depende de la habilidad del primer mandatario de cada país para controlar el gobierno, los partidos políticos, el grado en que los medios sean intimidados o silenciados y cuánto tiempo permanezca éste en el poder.El abusar de cualquiera de estos pasos podría acabar con la democracia. En días atrás, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner mostró su respeto por la democracia al arremeter contra la prensa cuando envió a 200 agentes recaudadores de impuestos para intimidar al medio más influyente del país después de que éste publicara artículos acusando al gobierno de corrupción.En el caso del presidente Chávez, éste abolió los límites del mandato presidencial, debilitó el Poder Judicial y silenció a docenas de estaciones de radio y televisión venezolanas. Lo que ha causado cierta hostilidad por parte de los posibles inversionistas extranjeros.Por otro lado, el último ejemplo del ‘exceso presidencial’ se ve en Colombia, el cual se ha visto favorecido por los inversionistas estadounidenses.En 2004, Uribe persuadió al Congreso para enmendar la Constitución colombiana para que pudiese lanzarse por un segundo mandato. Por lo que sus críticos lo acusaron de sobornar a los legisladores con asignaciones y dinero para sus proyectos. Actualmente, la Corte Suprema se encuentra investigando a más de la mitad de los 166 diputados de este país.Asimismo, a principios de este mes, la escasa mayoría de Cámara de Representantes de Colombia aprobó llevar a cabo un referéndum para estudiar la posibilidad de que Uribe se lance por tercera vez consecutiva; sin embargo, esta medida debe ser aprobada por una Corte Constitucional. Es del saber común que Uribe nombró a la mayoría de los miembros de la corte; sin embargo, esto no le asegura salir victorioso de esta batalla.A pesar de que el Primer Mandatario colombiano está mostrando algunos de los síntomas de la “gripe tiránica”, habrá que esperar al resultado de lo que ha propuesto.Esta nota es un resumen del artículo original publicado en inglés por Bloomberg, para leer el artículo completo pulse aquí.
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