viernes, 18 de septiembre de 2009

Las muertes por H1N1 demuestran que es diferente a otras gripes



Las autopsias realizadas a personas que murieron por la nueva gripe pandémica H1N1 demuestran que este virus es diferente al de la gripe estacional, según informaron expertos el martes.

(Reuters). Estadounidenses que murieron de la gripe A tenían infecciones profundas en los pulmones, incluso daño alveolar - las estructuras pulmonares que oxigenan la sangre - señaló el doctor Sherif Zaki de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en la reunión de expertos en gripe. Esto a su vez causó lo que se conoce como síndrome de dificultad respiratoria agudo, que tiene muchas veces un desenlace fatal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado 3.205 muertes en el mundo por la gripe, pero los expertos concuerdan en que las estimaciones de la extensión de la pandemia son extremadamente subestimadas debido a que muy pocos pacientes se hacen las pruebas de confirmación de la enfermedad. La gripe estacional también mata, a entre 250.000 y 500.000 personas cada año en todo el mundo, según las cifras de la OMS. Pero las muertes no se producen de la misma manera que con la H1N1, que a diferencia de la estacional causa frecuentemente graves enfermedades en adultos jóvenes y niños. "Es muy raro ver lo que llamamos daño alveolar difuso en los casos mortales de gripe estacional", señaló Zaki en la reunión patrocinada por el Instituto de Medicina estadounidense, que asesora al Gobierno en temas de salud. La gripe estacional causa bronquitis y otras importantes enfermedades respiratorias. Sin embargo, Zaki, el patólogo jefe de enfermedades infecciosas de los CDC, comentó que el nuevo virus se alojaba en los pulmones de personas de 90 años o más que examinó después de morir, y que tenían grandes cantidades del virus en su sangre. "Esto es casi exactamente lo que vimos con la gripe aviaria", agregó Zaki. "Esto parece gripe aviaria con esteroides".
FÁRMACOS EXPERIMENTALES
El doctor Yoshi Kawaoka de la Universidad de Wisconsin señaló que las pruebas en monos han mostrado que el virus vive y se replica 1.000 veces mejor en los pulmones que la gripe estacional.
Agregó que el fármaco de elección número uno contra la H1N1 - el Tamiflu de Roche y Gilead Sciences -, bajó la llamada carga del virus en los pulmones lo suficiente como para ayudar al cuerpo a responder el ataque. Fármacos experimentales bajan esta carga aún más, como el CS 8958 de Daiichi Sankyo y otra medicina llamada T-705 o favipiravir, fabricada por la filial Toyama Chemical C de Fujifilm Holdings, añadió Kawaoka. Zaki señaló que el 90 por ciento de las muertes que revisó tenían alguna condición que les predisponía a enfermedades graves. Tenían una edad media de 38 años y una víctima era un bebé de dos meses que murió un día después de caer enfermo. Casi la mitad, un 46 por ciento, eran obesos, muchos poseían hígado graso, el 27 por ciento tenía enfermedades coronarias y el 22 por ciento tenía asma, especificó. El doctor Guillermo Ruiz-Palacios del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición de México, dijo que muchos pacientes mexicanos enfermos graves también eran obesos. Además, los pacientes llegaron tarde a tratarse y muchos estaban contagiados con un segundo virus común, llamado virus de parainfluenza. Poco menos de un tercio de las muertes en Estados Unidos, el 29 por ciento, tenía una infección bacterial secundaria, generalmente Streptococcus pneumoniae, relató Zaki. Ruiz-Palacios también señaló que el nuevo virus puede encontrarse en la orina y las heces de los pacientes, algo que puede afectar al cómo se expande.

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